El Santo, ícono de la esperanza de que el bien derrota al mal… a 41 años de su ausencia

El Santo, ícono de la esperanza de que el bien derrota al mal… a 41 años de su ausencia

febrero 5, 2025 0 Por Opinión Bajío

José Juan Ramírez

Opinión Bajío.- México vive el que pudiera ser el peor momento de su historia. Criminalidad, temor, incertidumbre, desesperanza y falta de fe en algo, son parte de un panorama poco prometedor.

Y por ello, figuras como la del Santo pudieran ser un referente en este triste momento del país. ¿Por que? Porque el Santo, ese personaje con una máscara plateada, siempre luchaba por el bien… y siempre ganaba… y eso genera esperanza de que el bien puede derrotar al mal, aun en las difíciles circunstancias que sufrimos actualmente.

Rodolfo Guzmán Huerta, nombre de pila del plateado o «el profe» (como le decían sus compañeros) nació en Tulancingo, Hidalgo en 1917.  Inició como Rudy Guzmán y poco a poco fue evolucionando hasta que comenzó a usar el equipo y el nombre que lo convirtieron, de facto, en uno de los íconos principales de la cultura popular mexicana: El Santo.

Su actuación en decenas de películas, ayudó a crear la leyenda que persiste hasta nuestros días. Pero también sus logros en el ring lo elevaron: máscaras como la del Espanto 1, la del leonés Black Shadow (Alejandro Cruz), Golden Terror, Halcón Negro, El Gladiador,  además de cabelleras de grandes guerreros como Rodolfo «Cavernario» Galindo, Murciélago Velázquez, Bobby Bonales, Benny Galant, René «copetes» Guajardo e incluso, la del gran Pedro «perro» Aguayo, en las postrimerías de su carrera. Aunque siempre tuvo un rival al que pocas veces logró ganarle: el «manotas» Blue Demon.

El legado del Santo se ha logrado mantener, por el gran profesionalismo de su heredero, el Hijo del Santo, que se encuentra a punto de retirarse pero lo hará tras haber cumplido -y con creces- impulsar aún más la leyenda del Enmascarado de Plata, tanto en el tema luchístico (fue mucho mejor gladiador que su padre, con una gran técnica) y protegiendo acertadamente el nombre, la figura, el mito…

Hoy, 5 de febrero de 2025, se cumplen 41 años de aquel día de 1984 en que periódicos, revistas, programas de radio y televisión, anunciaban con pesadumbre que Santo había fallecido, tras una actuación de escapismo en el teatro Blanquita.

Quienes crecimos viendo sus películas en la Televisión Abierta -el que ésto escribe tiene 46 años- seguimos recordando la imagen del Plateado, del Santo, que lograba vencer a los monstruos, a los científicos locos, a los malvados, a quienes hacían daño a los demás… y esos recuerdos mantienen esperanza en la mente y el corazón, de que esa misma fortaleza que mostraba nuestro héroe, nos permita afrontar -y superar- la realidad actual, donde pareciera que el mal está ganándole al bien…