«Otra de encuestas», la columna de Gerardo Mosqueda. 26 de marzo de 2024

«Otra de encuestas», la columna de Gerardo Mosqueda. 26 de marzo de 2024

marzo 26, 2024 0 Por Opinión Bajío

OTRA DE ENCUESTAS…

Así lo había compartido, estimado lector. Será porque causa demasiada inquietud en los ciudadanos de clase media, en primer lugar y en general de los mexicanos que poco a poco están ocupándose de los asuntos que interesan en la vida del país, que generan expectativas muy altas ante la disyuntiva de votar por un Estado dictatorial populista o refrendarse como nación en un estado democrático, y aunque nuestra democracia es demasiado joven, los tiempos de la dictadura radical, fanática, ambiciosa de poder, y galopantemente corrupta, vuelven en plena modernidad, y no deja de sorprendernos que hoy los liderazgos que posicionan su discurso como una nueva política, los que todos los díasmueven un discurso de denuncia a la corrupción, de confrontación a la vieja política; son precisamente una historia de “políticos chapulines” que claramente representan al priismo de los ochentas y décadas anteriores pero que, ahora se encuentra militando en las filas del oficialismo gubernamental, y particularmente en las estructuras del partido morena.

Efectivamente, estimado lector, morena hoy es la combinación de añejos militantes del PRI, perpetuos, burócratas de la izquierda mexicana, ambiciosos de poder y de dinero que han sostenido los gastos de miles de millones de pesos en la operación del movimiento morena desde su fundación y que ahora disfrutan y viven de las arcas públicas abiertas para las operaciones políticas de las tribus que le manejan y controlan la agenda del ejecutivo Federal.

Junto a esta triste realidad, hay una más lamentable: la destrucción, el desastre, la desaparición de políticas públicas, de presupuestos, de estructuras que servían principalmente a los más necesitados del país, a los pobres, los que menos pueden, los que menos tienen, los que menos saben.

Del sistema de salud mexicano, sólo quedan quejas, desilusión, rezago, corrupción y un daño irreparable que tomará décadas en restablecerse, Precisamente al segmento que más lo necesita es el que se le ha negado el servicio porque
no hay medicinas porque no hay materiales quirúrgicos porque no hay servicios oportunos porque no hay dinero en el
sector salud, se lo han gastado en corrupción, en pagar la operación política al servicio del movimiento electoral del
presidente, y una larguísima lista de promesas, de distracciones, de mentiras del gobierno mexicano a los ciudadanos.

Los recursos que debían de destinarse a los servicios de salud de los mexicanos, hoy están siendo utilizados para pagar a los operadores políticos del presidente y para suministrar de recursos a los programas de gastos social, que se administran desde la Secretaría de desarrollo social y que le están sirviendo al presidente para cerrar una pinza de control político, a base de repartir dinero a los adultos mayores a las madres de familia a los jóvenes a quienes están
visitando sistemáticamente durante este proceso electoral, para recordarles que el próximo 2 de junio deberá votar por la continuidad, es decir por la candidata de morena y por las propuestas de este mismo partido a los poderes legislativos y los gobiernos estatales y municipales estarán en esta competencia electoral.

Para registrar estas realidades y otras muchas más, lo que se tiene a la mano son las encuestas, desde luego que no
sustituyen a las decisiones y las estrategias que los aspirantes tienen pero proveen la información necesaria para ajustar dichas decisiones y entonces es recomendable diseñar los mejores instrumentos de mediciones para que no pasen a ser la causa del estancamiento en los procesos de convencimiento que tienen que hacer con la sociedad, especialmente con la población votante del país.

En los universos de votación sigue vigente encontrar las motivaciones (o las ausencias de motivación) para que ciudadanos NO tengan interés en ejercer su derecho a elegir a sus gobernantes, esos que comúnmente los  identificamos por su posición de no acudir a las urnas el día de la votación (puede ser que ahí se encuentre un porcentaje importante asociado a las tasas de rechazo al momento de ser entrevistados.

Cuando los investigadores sociales, las empresas que procesan encuestas electorales, las instituciones interesadas en conocer el comportamiento electoral, previo al proceso, han ido unificando sus criterios en el sentido de tener respuestas a las incógnitas que generan las encuestas publicadas, sin importar quien las pague, quien las patrocine, inclusive, quien las difunde para estimular la participación de los mexicanos en el proceso electoral.

Todas las encuestas confiables deben contar con una metodología científica, un sujeto de investigación definido, una
muestra representativa, un margen de error medible, fechas exactas en las que se hizo la encuesta, especificar si el
contacto con el entrevistado fue en una entrevista presencial o telefónica o cualquier otro medio digital, tener definida la tasa de rechazo, es decir, las personas que no quisieron responder, inclusive, las personas que completaron la entrevista motivo de la encuesta.

¿A cuántas personas se les hizo la entrevista? A eso se le llama muestra demográfica y representa la población de la
cual se quiere saber su opinión, desde luego que es importante el número de encuestas aplicadas, tanto como es importante el nivel de confianza y el margen de error.

Uno de los asuntos que más polémica ha causado es la tasa de rechazo, es decir, el número de personas que se estimó que iban a contestar una encuesta y no lo hicieron. No existe un porcentaje ideal, pero es común que las encuestadoras reporten promedios del 50% como tasa de rechazo.

Es importante recalcar que las personas que no quisieron contestar o no terminaron de contestar. Representan un fenómeno que incide en el nivel de confianza y en el margen de error. Porque estas personas deben de ser sustituidas  y se debe explicar en la metodología cómo fueron sustituidas.

En particular el tema hace crisis cuando la tecnología para entrevistas tiene que ver con sistemas robotizados en los que las personas dan su respuesta presionando números en un teclado y se han llegado a tener tazas de rechazo hasta de un 90%, insisto en que esas entrevistas deben de ser sustituidas y explicado el proceso en la metodología, porque eventualmente puede representar un sesgo y afectar el margen de error.

Cuando se hacen los algoritmos para elegir a las personas que se van a encuestar, normalmente se busca que se refleje exactamente a todos los grupos de edades que cumplen con la caracterización de un sujeto de investigación, los grupos de sujetos de investigación deben de estar exactamente representados, es un procedimiento estadístico que permite manejar la forma en que se construyó la muestra para mantener su representatividad.

Existe en el INE un reglamento de elecciones que se encarga de regular la publicación de encuestas electorales en  todo el país, establece que todas las instancias encuestadoras interesadas en publicar encuestas, deben utilizar una
metodología científica y por supuesto compartir los resultados con el Instituto nacional electoral. A cambio de esto. El INE reconoce su transparencia y les acredita. Que una encuestadora esté acreditada Significa que cumple con los requisitos metodológicos.

Es irrefutable que las encuestas comunican una realidad en el momento que se realiza la encuesta y que lo que normalmente sucede es que esos números evolucionen y contribuyan a clarificar las estrategias y las operaciones de
campaña en todos los medios de contacto con los ciudadanos.

Dentro de las pocas conclusiones que se pueden compartir con las encuestas electorales analizadas se puede compartir que la candidata Gálvez mantiene movimientos porcentuales crecientes en todas las encuestas analizadas, la candidata Sheinbaum ha movido muy poco su margen de percepción en las encuestas, desde antes que empezaron las campañas hasta el día de hoy.

Quiere decir que la pelea de estrategias entre estas dos candidatas, todavía requiere de mucha más audacia, capacidad de comunicación en todos los segmentos sociales de la población, y un reto especial para convocar a los segmentos de población que hoy tienen un elemento de sensibilidad para el análisis que es precisamente la tasa de rechazo en las encuestas.

En los casi 65 días que faltan de campaña podríamos ver unas candidatas con más interés por ganar la elección o por no perderla y para eso el reto de los estrategas está pendiente.

Hasta la próxima en Prospectiva
José Gerardo Mosqueda Martínez