«Ver, Juzgar, Actuar. Tomemos las mejores decisiones», la columna de Gabriel Espinoza

PARA VIVIR MEJOR

 VER-JUZGAR-ACTUAR

 Tomemos las mejores decisiones

Hace muchos años, estando en grupos juveniles (y claro que en defensa propia no digo cuantos años) nos tocó llevar como guía de formación algunos documentos, que me parecieron de muy fácil comprensión y aún más fácil aplicación.

En aquellos años, el vivir un proceso de formación que nos permitiera tomar las mejores decisiones fue muy importante en nuestros proyectos de vida. De aquella generación de grupos juveniles, salieron personas que han logrado cosas importantes en nuestra comunidad. Algunos en Movimiento Familiar Cristiano, otros en Pascua Juvenil, otros más en CEC o de la infinidad de coros que había en las parroquias.

Y bueno, regresando al método, recuerdo que cada tema que veíamos nos invitaba a recorrer tres pasos que de manera inequívoca nos llevarían a tomar cada día mejores decisiones: VER-JUZGAR-ACTUAR.

Y dirán ustedes porqué lo retomo después de muchos, muchísimos años. Pues porque volví a encontrarme con ese método en una iniciativa que me parece es muy valiosa.

Solo para recordar…

VER. Es el momento de toma de conciencia de la realidad, es el momento de darnos cuenta lo que estamos pasando. Aplica de manera personal, como lo hacíamos en los grupos juveniles, o describiendo lo que vivimos en nuestras comunidades. ES DARNOS CUENTA.

JUZGAR. En este paso nos vemos obligados a preguntarnos si lo que vivimos está bien, si vamos por buen camino. En este punto, nos preguntábamos que hacemos bien y que podía ser diferente en nuestras vidas para vivir mejor; que podía ser diferente en nuestra comunidad o que debemos defender como comunidad, por ser parte de nosotros y de nuestra riqueza. Y para vivir diferente, qué era necesario cambiar. Dice la frase: Si seguimos haciendo siempre lo mismo, obtendremos siempre los mismos resultados.

ACTUAR. Es el momento de decidir. Vano es darnos cuenta de la realidad (ver) y saber que va bien o que va mal (juzgar) si no tomamos decisiones, si no asumimos el compromiso con nosotros y con nuestra comunidad.

Imagínese estimado lector, que me subo a la báscula, veo mi peso, me doy cuenta que tengo sobrepeso, que está en riesgo mi salud y sigo sin cuidar mi alimentación, sigo sin hacer ejercicio y sigo con los mismos malos hábitos.

El Papa Juan XXIII en su pontificado ,ya planteaba la importancia de vivir estas tres etapas como una forma efectiva de generar cambios personales y en comunidad.

Bueno, pues esta metodología me la volví a encontrar en los talleres «El pueblo de Dios valora, discierne y elige», que buscan promover la participación de la población en las próximas elecciones y dije, pues si, perfectamente aplicable al momento que estamos viviendo.

Hoy a cada uno nos toca revisar nuestra realidad, darnos cuenta cómo vamos, que se ha hecho bien y que se debe mejorar.

Lo que se ve en esos talleres, es el mismo proceso de tres pasos: VER-JUZGAR-ACTUAR e invita a los participantes a estar informados, a escuchar todas las alternativas, a revisar la factibilidad de cada propuesta, a analizar cada trayectoria y perfil de los candidatos…y al final acudir el 2 de junio a votar.

Esos tres sencillos pasos nos llevan de la mano a la necesidad de asumir nuestro compromiso con nosotros, con nuestra familia y con nuestra comunidad.

El momento político que hoy vivimos, con la elección más importante de nuestra historia a poco más de un mes, nos obliga necesariamente a sumarnos todos.

Uno de los grandes retos que tenemos como país es lograr que cada día más mexicanos ejerzamos nuestro derecho a voto, pues cada elección nos damos cuenta que muchos, muchísimos mexicanos no acuden a las urnas.

La verdad es que muchos nos quejamos de la poca participación de la ciudadanía en las elecciones, pero pocos esfuerzos se hacen o los que se hacen no han sido lo efectivos que quisiéramos.

Imagine usted, si en cada familia promovemos que todos los que estamos en edad de votar vayamos a votar el 2 de junio; que en cada escuela reunamos a los padres de familia para asumir el compromiso de que nadie se quede en casa, que en las fábricas se den unos minutos para promover con todo el personal que este 2 de junio todos vayan a votar.

Y si no solo eso, si le pedimos a nuestros cercanos que con tiempo, que aun lo hay, estar informados, escuchar todas las alternativas, revisar la factibilidad de cada propuesta, analizar cada trayectoria y perfil de los candidatos…y al final acudir el 2 de junio a votar, así estaríamos sumándole a México.

Cuando todos estemos en esa sintonía, será entonces cuando se entienda y valore este esfuerzo que hace la iglesia, quienes pudiendo no hacerlo, lo hacen e impulsan la cultura de participación entre la ciudadanía

Estimado lector, aún hay tiempo, tiempo de VER, JUZGAR… Y ACTUAR

Nos vemos el 2 de junio.

Hasta la próxima entrega.