Celebran 20 aniversario de Diocesis de Irapuato; reconocen fallas y pendientes

José Juan Ramírez

Irapuato, Gto. (Opinión Bajío).- Durante la celebración del 20 aniversario de la diócesis de Irapuato, se reconoció que hay fallas y pendientes, entre los que se encuentra el haber permitido como sociedad que la violencia se haya apoderado de pueblos y ciudades, así como la división, la diferencia y la apatía al interior de la iglesia y las familias. Además, se indicó que la Iglesia ya no puede seguir cerrada y anclada a viejas estructuras.

Durante una misa concelebrada en el INFORUM -donde estuvieron presentes arzobispos y obispos de varias zonas del país- el obispo Enrique Díaz mencionó que hay avances pero si deben analizarse cuales han sido las fallas que se tienen y con ello, encontrar soluciones.

“Debemos reconocer que tanto individualmente como socialmente han quedado huecos, omisiones y vacíos han quedado faltas y debemos decir esa primera palabra: perdón, Señor, porque no hemos sido fieles a aquellos sueños iniciales que teníamos, perdón porque a veces hemos vivido en la división, en la indiferencia y en la apatía y el evangelio no ha sido nuestro principal objetivo”.

“Perdón, porque hemos dejado que la violencia se adueñe de nuestros pueblos, de nuestras ciudades; porque hay familias divididas porque hay pobres olvidados, porque hay niños desamparados”.

En esta celebración de los primeros 20 años, el, obispo Enrique Díaz presentó la carta pastoral “Yo estoy contigo”, dirigida a sacerdotes, diáconos, religiosos, seminaristas, movimientos laicales, dimensiones y fieles laicos.

En dicho documento se pide un estado permanente de misión intensiva, que haya una mayor participación de los laicos en la estructura pastoral, para que haya una iglesia mas inclusiva y menos clerical. También se enfatiza que haya continuidad en la formación católica, que se refuerce la identidad de los sacerdotes.

“Dada la realidad que vivimos, no podemos seguir siendo una iglesia cerrada, anclada en las mismas estructuras que nos hacen quedarnos dentro de nuestros templos. Es momento de salir, de remar juntos hacia la construcción de ese nuevo mundo que manifieste el amor maravilloso de Dios. Transformemos todos nuestros espacios y demos a las generaciones futuras el gran regalo de la unidad, fraternidad y amor”. ,

Durante los trabajos estuvieron presentes el arzobispo de León Alfonso Cortés; el obispo de Querétaro Fidencio López; Víctor Alejandro Aguilar, obispo de Celaya; Guadalupe Torres Campos, obispo de Ciudad Juárez; Felipe Gallardo, obispo emérito de Veracruz, así como Armando Antonio Ortiz Aguirre, obispo de Lázaro Cárdenas.